Lidiando con la violencia armada
Sobre la violencia armada en los Estados Unidos
La violencia armada es una crisis de salud pública que amenaza la salud mental y física de todas las comunidades en Estados Unidos. No es algo fácil de asumir, así que si tienes dificultades aceptando esta dura realidad, recuerda que no estás solo; cada quien enfrenta los traumas de maneras distintas. Ya sea que has experimentado efectos de la violencia armada personalmente o estás conectándote a noticias sobre este tema, probablemente sientas emociones muy fuertes que afectan negativamente tu bienestar mental.
La violencia armada puede conjurar emociones difíciles de procesar en muchas formas: el duelo por pérdidas personales, la ira e impotencia al ver las noticias al respecto, e inclusive un sentimiento de saturación por la incapacidad de solucionar la falla sistemática que da origen a la violencia armada. Visto el daño emocional y físico que produce la violencia armada en los Estados Unidos, es importante que le des prioridad a obtener habilidades para lidiar con esto cuando sea necesario. Estamos aquí para apoyarte.
Envía HOME al 741741 para contactar a un Consejero de Crisis voluntario de forma gratuita, cualquier día y a cualquier hora.
Enfrentando hechos traumáticos
El trauma es una respuesta emocional a un hecho terrible. Siempre que te encuentres experimentando emociones complicadas y negativas – especialmente hoy día – recuerda que tus sentimientos son válidos y que no estás solo.
Algunas reacciones a hechos traumáticos pueden incluir:
- Reacciones físicas: síntomas y sensaciones no relacionadas a una condición médica específica pero que pueden traer dolor de estómago, tensión muscular, dolores de cabeza, cambios en hábitos de sueño y alimenticios.
- Impacto en rutinas diarias: dificultad para concentrarse, sentirse en desconexión con cosas que solemos disfrutar habitualmente.
- Reacciones emocionales: sensación incrementada de temor, imposibilidad de sacarse imágenes o historias de la mente, culpa, hipervigilancia.
- Impacto en nuestra moralidad/espiritualidad: estos hechos nos hacen cuestionarnos la naturaleza del bien de las personas y nos hace preguntarnos por qué ocurren estas cosas.
- Contexto social/profesional: retirarnos de nuestras amistades y familia, pedir días libres/de enfermedad en el trabajo o escuela por miedo u otras razones no físicas.
Muchos de nosotros estamos en circunstancias que nos obligan a cuidar de otros mientras nos encargamos de nuestras propias necesidades. Esto incluye padres, maestros, servicios de emergencia, entre muchos otros. Es importante encontrar un balance que se ajuste a nuestra situación particular y que permita reconocer nuestras emociones, validándolas tanto para nosotros como para otras personas.
Si estás atravesando situaciones con emociones difíciles, aquí hay algunas formas de enfrentarlas positivamente:
- Solicita apoyo. No tienes que pasar por tus momentos difíciles en soledad; envía HOME al 741741 para contactar a un Consejero de Crisis voluntario. Estamos aquí para acompañarte.
- Escucha tu cuerpo y pregúntate “¿en qué parte de mi cuerpo siento incomodidad?”. A muchas personas les ayuda escribir la respuesta a esta pregunta. Entender qué parte del cuerpo siente incomodidad puede ayudarte a manejarla mejor.
- Vuelve al presente. Prueba con este ejercicio: nombra 5 cosas que puedas ver, 4 cosas que puedas sentir, 3 cosas que puedas escuchar, 2 cosas que puedas oler y una cosa que puedas saborear.
- Confía en ti: si has pasado por traumas en el pasado, es probable que hayas utilizado (aún sin saberlo) estrategias de afrontamiento. Eres más fuerte de lo que crees y quien mejor te conoce. Haz una lista de habilidades o estrategias que hayas usado antes y revisa si te podrían ser útiles en el momento actual.
- Pon tus límites: tómate un momento para meditar sobre tus propios límites. Usa este ejercicio de autoconocimiento para determinar si estás en capacidad de apoyar a otras personas o no. Tómate un descanso de las noticias y medios de comunicación (incluyendo redes sociales) para reducir tu exposición a historias potencialmente traumáticas o estresantes.
- Apoyo de salud mental: busca recursos de salud mental en tu zona con el Buscador de Tratamiento de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud (SAMHSA, por sus siglas en inglés).
Si estás presenciando o viendo noticias sobre violencia armada, quizás te preguntes cómo podrías ayudar. Aquí tienes algunos consejos que compartimos en nuestro equipo de Consejeros de Crisis voluntarios, quienes apoyan a gente que nos contacta debido a situaciones relacionadas con la violencia armada.
- Validar sentimientos: si alguien te cuenta que les está siendo difícil lidiar con esto, es importante que valides y reconozcas cómo se sienten. Puedes probar frases como “percibo que sientes rabia y tristeza por lo que ha pasado” o “entiendo lo (irritante, frustrante, agotador, desesperanzador) que es esto para ti”.
- Ayúdales a conectar. Si alguien pasa por una crisis, conectar con sus amistades o familia es algo que podría ayudarles; sin embargo, no puedes pretender apoyar a todo el mundo, todo el tiempo. Ayúdales a identificar un grupo de personas o recursos a los que recurrir para apoyarles cuando lo necesiten.
- Anímales a cuidar de su salud mental. A muchas personas les cuesta dar un paso atrás y enfocarse en cuidar de sí mismas. Demuestra tu apoyo al ayudarles a identificar aunque sea pequeñas cosas que puedan ayudar a priorizar y proteger su salud mental. Esto podría incluir tomar un descanso de las redes sociales, dar un paseo, escuchar música, etc.
Con las complejas situaciones de trauma y violencia que se desarrollan frente a nosotros, es entendible que sintamos tristeza, desdicha, ansiedad y cualquier emoción de esta índole. En Crisis Text Line estamos para escucharte y apoyarte. Lo más valiente que puedes hacer es pedir ayuda: envía HOME al 741741 para conectarte con un Consejero de Crisis voluntario.
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